Una charla motivacional impartió a la comunidad educativa del Colegio Antonio Varas (CAV), el reconocido montañista nacional Claudio Lucero Martínez, a través de la cual se refirió a la importancia de cultivar valores entre las personas y plantearse permanentemente desafíos en la vida.
La actividad se efectuó recientemente en dependencias del colegio y reunió a profesores, asistentes de la educación, personal administrativo, padres y apoderados, además de estudiantes, quienes pudieron conocer el relato biográfico, en primera persona, de uno de los máximos representantes del montañismo chileno.
De hecho, mediante una amena conferencia, de poco más de una hora de duración, Claudio Lucero fue relatando –con el apoyo de material fotográfico– cómo inició su carrera de alpinista, hace más de 60 años, y también cómo se convirtió en profesor de montañismo en colegios y universidades, lo cual le ha permitido formar gran cantidad de generaciones de alumnos y equipos de trabajo, capaces de cumplir exigentes desafíos.
“Cada amanecer representa un nuevo desafío y para mí cada montaña representa un desafío, pero intentar subirla es mi libertad”, planteó el conferencista, haciendo hincapié en que para conseguir los objetivos personales y colectivos “hay que ser perseverante y siempre jugar a ganar”.
Asimismo, indicó que la vida nunca ha sido fácil y que el éxito sólo se consigue estudiando y trabajando: “No creo en la suerte ni en los milagros, ya que sin real esfuerzo y compromiso en lo que estoy haciendo, nunca lograré nada, porque el éxito depende de cada persona, es decir, de uno mismo”.
Fomentando Valores
Uno de los aspectos que más subrayó Claudio Lucero durante su charla, fue la importancia de fomentar valores, especialmente, a nivel de niños y jóvenes: “En la montaña uno aprende que lo más relevante son los valores, inclusive, por sobre la técnica, debido a que los conocimientos que se aprenden van cambiando, ya que todo evoluciona, mientras que los valores como la responsabilidad y el trabajo en equipo permanecen en el tiempo”.
“Y cuando hablo de valores, no me refiero a aquéllos de tipo religioso, sino que a valores humanos, porque cada persona debe ser honesta, honrada, leal o sincera (…) Eso le enseño a los niños, lo cual ha sido mi desafío toda la vida, como profesor”, explicó Lucero.
“Para mí, cada campamento es una sala de clases donde le estoy ronroneando a los muchachos lo bueno, en el sentido de potenciar sus cosas positivas, y pidiéndoles que cambien sus conductas negativas (…) Podemos cambiar a los niños que lo necesitan, porque somos nosotros los artistas encargados del maravilloso trabajo de hacer niños felices y exitosos. Esa es la maravillosa tarea que tienen todos los profesores y cualquier otra persona que trabaja en el ámbito escolar”, agregó.
Según el conferencista, en la sociedad actual no es que haya una pérdida o ganancia de valores, sino que cuando éstos no se cultivan ni se recuerdan a diario, lo más probable es que se olvidan. «Cuando un niño comete una barbaridad es porque se crió en un hogar sin valores o su familia se enfocó más en los bienes materiales que en criar a los hijos».
Por otro lado, Claudio Lucero indicó que «el concepto de trabajo en equipo, que está tan de moda, es el resultado de los valores que pone cada persona en su quehacer, así como también, del hecho de comprometerse con algo».
Trabajo en Equipo
Entre los objetivos de la charla, aparte del tema motivacional, estaba el hecho de resaltar ciertos valores como el trabajo en equipo aplicado especialmente al ámbito escolar. En este sentido, la directora del CAV, Patricia Veloso Gutiérrez, consideró que se cumplió dicho objetivo y destacó las cualidades del conferencista.
“Don Claudio es un maestro brillante en lo que hace, contándonos sus experiencias de vida y resaltando una gran virtud que son los valores, como lo son la responsabilidad y, sobre todo, el trabajo en equipo”, manifestó la directora del establecimiento educacional.
“Respecto al vínculo que el relator efectuó sobre la labor que se realiza acá en el colegio, su contribución fue extraordinaria, porque dejó bien clarito que el trabajo en equipo es el que permite avanzar a cada institución, porque hace que todos elaboren responsablemente sus tareas”, agregó Patricia Veloso.
Coincidente fue la opinión de la orientadora y profesional responsable de Convivencia Escolar del CAV, Sara Arancibia Arancibia, quien catalogó como excepcional la charla y al conferencista: “Fue excepcional en todo sentido, porque realmente es una charla motivacional, apuntando al objetivo de que uno, desde su experiencia personal, puede transformar a una institución gracias al trabajo en equipo”.
“El relator estuvo muy cercano a la realidad de un establecimiento educacional, porque nos tocó el corazón a todos y entendimos el mensaje. Fue clarísimo en ponernos en evidencia que un trabajo en grupo no tiene el mismo peso ni el éxito que trabajar en equipo (…) en beneficio de nuestros alumnos, profesores, apoderados y comunidad educativa, en general”, comentó Sara Arancibia.
Filosofía de Vida
Al final de la charla, la profesora de Lenguaje y Filosofía del CAV, Glinda Pereira Díaz, manifestó que el conferencista “más que un destacado hombre de montaña, es un verdadero filósofo de la vida”, ya que hace de su experiencia una enseñanza permanente de valores.
“Esta conferencia tuvo un fuerte componente valórico, que resulta fundamental para un efectivo trabajo en equipo, más aún en una institución educativa como la nuestra. En realidad, fue muy grato escuchar a don Claudio», indicó la profesora.
«Incuestionablemente, fue una charla que demostró que, en cualquier tipo de convivencia, es muy importante actuar con profesionalismo, dedicación, esfuerzo y perseverancia para lograr el cometido (…) Esto involucra sentir por otras personas respeto, tolerancia, honestidad y ser consecuente consigo mismo y los demás”, agregó Glinda Pereira.
Asistentes a la Charla
Si bien el público de la conferencia estuvo compuesto mayoritariamente por adultos –entre profesores, personal administrativo, asistentes de la educación e invitados especiales– también hubo algunos alumnos, que se mostraron particularmente interesados por el tema tratado.
Fue el caso, por ejemplo, del estudiante del 4° Año Básico “A”, Matías Contador Martínez, el cual hizo varias preguntas a Claudio Lucero tras finalizar su exposición.
“Me encantó lo que dijo el caballero y las fotos que mostró cuando salía con sus alumnos a la montaña y la nieve para enseñarles. Eso fue lo que más me gustó de todo”, comentó el estudiante del CAV.
Por su parte, entre los invitados especiales a esta actividad, destacó también la presencia de la inspectora general del Colegio Domingo Santa María (de Vicuña), Margarita Olivares González, la cual valoró la invitación cursada por la directora del CAV, Patricia Veloso.
“La charla me pareció sumamente interesante y motivadora para poder replicarla con nuestros alumnos y personal, porque nos dejó una enorme enseñanza como lo es plantearse grandes desafíos en la vida, para poder desarrollarse como persona integral”, manifestó Margarita Olivares.
“Solamente, me resta agradecer a la directora del Colegio Antonio Varas y a su sostenedor –Enrique Silva Rojas–, por habernos permitido presenciar esta hermosa charla, a mí y a las cuatro colegas que me acompañan en esta ocasión,” agregó la invitada especial.
Al respecto, Patricia Veloso consideró como algo muy positivo que, las personas de otras comunidades escolares que fueron invitadas, hayan aprovechado esta oportunidad: “Me parece excelente, porque es una manera de compartir y permite que nuestra institución salga al exterior, entregando lineamientos a otras entidades y resaltando lo positivo, para seguir avanzando”.
Cabe resaltar que al final de la conferencia, Patricia Veloso y Enrique Silva entregaron a Claudio Lucero un galvano de reconocimiento, a nombre de toda la comunidad educativa del Colegio Antonio Varas.
Trayectoria
Conocido como el “Maestro” en el montañismo chileno, Claudio Lucero posee una trayectoria envidiable en cuanto a logros personales y grupales. Por ejemplo, en 1979 formó parte de la primera expedición sudamericana en ascender a una cumbre superior a los ocho mil metros de altitud. En este caso, al monte Gasherbrum II (8.035 m), en la cordillera del Karakorum, en Pakistán.
Pero sin duda que uno de los logros que más rédito personal y profesional le ha dado fue el hecho de que después de tres intentos fallidos por diversas circunstancias, en 1992 participó de la primera expedición chilena y sudamericana en llegar a la cumbre de mayor altitud en el planeta, es decir, al Monte Everest (8.848 m), en la Cordillera del Himalaya.
De igual forma, Lucero participó de expediciones para ascender los montes K2 (8.611 m) y Lhotse (8.516 m) correspondientes a las segunda y cuarta cumbres más altas en el mundo, respectivamente, y pertenecientes también a la Cordillera del Himalaya, en el continente asiático.
En el contexto americano, Lucero ascendió las dos mayores cumbres del hemisferio sur, como son los casos de los montes Aconcagua (6.962 m) y Nevado Ojos del Salado (6.893 m), ubicados en Argentina y Chile, respectivamente.
Otro de sus logros fue conquistar la cima más alta de Estados Unidos, el Monte McKinley (6.194 m) –conocido también como Denali–, situado en la Cordillera de Alaska. Asimismo, la cumbre más elevada de Europa, el Monte Elbrus (5.642 m), ubicado en Rusia, en la zona del Cáucaso Central.
Bombero y Rescatista
Pero Claudio Lucero no sólo se ha hecho un nombre como un hombre de montaña, sino que también como bombero y rescatista. A los 18 años de edad ingresó al Cuerpo de Bomberos de Chile y actualmente es voluntario de la Sexta Compañía, de Santiago.
En ese contexto, ha participado en el combate de grandes incendios, entre ellos, el que afectó en marzo de 1981 a la torre Santa María (de Santiago) –el edificio más alto del país en esa época–, que dejó como trágico saldo 11 personas muertas y decenas de heridos.
Como miembro del Cuerpo de Socorro Andino, Claudio Lucero participó activamente en el rescate de los 16 sobrevivientes del accidente protagonizado por un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, que se estrelló en la alta cordillera entre Chile y Argentina, en el año 1972, y que le provocó la muerte a 29 personas.
A todos estos logros, Lucero suma el hecho de haber sido fundador de la Escuela Nacional de Montaña, dependiente de la Federación de Andinismo de Chile. Esto, en 1971; año en que se tituló como Entrenador Internacional de Montaña en la Escuela Alpina, en Rusia.
También, ejerció como instructor de alpinismo en México y entrenador nacional de montañismo en Chile. Por más de 20 años, trabajó como profesor de la Rama de Montañismo de la Pontificia Universidad Católica. Posteriormente, se desempeñó como instructor en la Universidad Andrés Bello.
GALERÍA DE FOTOS:https://www.facebook.com/ColegioAntonioVaras/photos/?tab=album&album_id=2349541208477651
JAVIER NÚÑEZ MONTT/PERIODISTA